31 de octubre de 2010

Parirte

    

 
Quisiera acurrucarme en el tiempo que fue, dormirme y soñar que aún no es el momento.  Todo lo que pude le enseñé y  todo lo que pude aprendí con él. Hay que partir para crecer le expliqué y así lo entendimos los dos, pero hoy que ha llegado el día quisiera robarme un rato el pasado, contarle de nuevo los cuentos inventados más raros del mundo y ver en sus ojos antes de dormirse esa expresión de sos única, mamá.  Si pudiera ocultarme aparecería detrás de los árboles de la casa de Bernal y no descubriría donde se escondió, me haría la sorprendida y correría a abrazarlo. Iríamos al teatro los sábados a la tarde, pasearíamos por alguna plaza y tomaríamos la leche con churros en La Ideal. Dormiríamos hasta el mediodía, juntos los cinco, perra y gata incluídas.
Quisiera pasar desapercibida, no descubrir los pelos en las piernas ni el merodeo de las chicas. Y escuchar el reemplazado sos única mamá por el que sabés vieja. Ha llegado la hora y lo entiendo. Es la pena la que no entiende.
De ahora en más, me despreocuparé. Me dormiré sin escuchar la llave en la cerradura. ¿Comerá todos los días? Nunca aprendió a cocinar. No me levantaré durante la noche a taparlo, apagar la luz, guardar el libro. ¿Qué haré con los besos de todos los días?
Me desgajo, vuelvo a parirlo. El silencio buscará por la casa sus carcajadas estruendosas. No habrá toallones tirados por el piso, ni floreros rotos por el cuerpo torpe de su metro ochenta y cuatro, ni  tantos amigos invadiéndonos. ¿Cómo sabré si vuelve de alguna manifestación?
Lo escucho hablar por teléfono, libre, comprometido, explicando el drama de Romina Tejerina. Escucho mis palabras en las suyas: “hay que calzarse los zapatos de los otros para poder entender”.
Me siento reconfortada,  es hora de dejarlo. Empiezo a imaginar la intimidad con mi compañero eterno, los dos solos nuevamente. La alegría, se empieza a infiltrar entre los recovecos de la pena. Mis pensamientos armados, me desarman el dolor. Sé que las palabras que arrullaron su niñez y acompañaron su adolescencia irán con él.
Si muero es sólo por hoy, mañana el será otro y yo viviré feliz.  
03/03/2009

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